Para todo nuevo gobernante es normal no encontrar recursos al inicio de su administración, la escases de dinero se ha convertido en un dicho popular “ la olla raspada” es natural, es lógico y mas si se recibe la administración de un contrario u opositor político.
El nuevo alcalde del municipio de Cajamarca, Tolima, Camilo Valencia, no solo recibió “ la olla raspada” en su nueva administración, también heredo deudas por mas de $12.600 millones de pesos ; la anterior administración municipal le quedo debiendo dinero a Raymundo y todo el mundo; proveedores, funcionarios y hasta un concierto, además del deterioro del parque municipal.
Valencia no la tendrá fácil en este primer año de gobierno, tendrá que salir a poner la totuma al gobierno departamental y nacional para poder recuperar las deterioradas financias del municipio.