Javier está hospitalizado hace un mes y relata que «hicieron otro raspado, me iban a hacer una cirugía para quedar bien pero la bacteria es tan fuerte que me acabo con los cultivos y los huesos».
Cuenta que le dieron dos opciones, una es terminar el tratamiento y amputar la pierna derecha sin garantizar que no se pase a la otra pierna. » Y dije bueno puede ser porque nada me queda grande».
Luego de esto, le hicieron más estudios y exámenes, cuyo resultado no fue esperanzador. Descubrieron que tiene cáncer en la sangre y que ahora apareció un ganglio en la cabeza, por lo que la infección está avanzando rápidamente.
«Lo más duro es que me van a practicar la eutanasia… una inyección que me colocan y me voy a descansar». Detalla que este procedimiento está programado para las 12:00 del medio día del próximo viernes 30 de agosto.
«Es duro, mi familia pues me apoya, saben que es la mejor decisión que tomo, que no es fácil», agregó.